"Un virus mortal que se propaga con la lluvia obliga a los hermanos Simone y Rasmus a buscar refugio en un búnker subterráneo, separándose de su padre científico". Esta es la sinopsis que nos presenta Netflix de la lluvia y, como uno es morboso pues le da play.
En los primeros 10 minutos del capítulo uno nos plantean el conflicto, la gente muere y la familia de Simone y Rasmus algo sabe. Y bueno, antes de que acabe ya sabemos por dónde va la cosa. Y no, no es necesario ver los 8 capítulos para saber en qué terminará, es un tanto predecible y en algunos momentos incongruente con el mundo caótico que nos están planteando.
Visualmente es hermosa. Nos muestra unos paisajes que realmente llegan a quitar el aliento, esto combinado con la iluminación y la fotografía nos da unas tomas dignas de disfrutarse.
Al principio me recordó mucho a The Walking Dead, aunque sin zombies. Los protagonistas son adolescentes, por lo que vamos a ver conflictos normales de esta edad, sin llegar a profundizar demasiado.
Me gustó mucho la producción, el ambiente que manejan es sombrío y claustrofóbico, y van surgiendo otros obstáculos que nos van llevando a descubrir la historia de cada uno de los personajes. Además de las diferentes comunidades que se llegan a formar cuando surgen este tipo de situaciones (apocalípticas) en la sociedad.
Al ser predecible, el guión se cae casi desde el principio, ya que hay ciertas frases o tomas que nos revelan el secreto de la lluvia. El final "inconcluso" pero flojo no me dejó ganas de ver una segunda temporada (si es que la hay).
Definitivamente no es de las mejores series, es entretenida y palomera. Más que lluvia fue llovizna.